En las ludotecas se genera un modelo de aprendizaje empírico-práctico (contextualizado al entorno de las comunidades indígenas de muy alta marginación en las que trabajamos), que facilita a los niños las herramientas aplicables para la vida cotidiana, interactuando de manera corresponsable con el medio ambiente, inculcando hábitos de salud, resolución pacífica de conflictos y fortaleciendo el tejido social.

Las ludotecas son atendidas por maestros indígenas de tiempo completo quienes constantemente reciben capacitación y materiales didácticos de primer nivel para hacer del aprendizaje una experiencia divertida e interesante, lo que motiva a que los niños acudan cada día con gusto a la ludoteca.

Las ludotecas cuentan con un comedor comunitario anexo lo que aporta un estímulo adicional para la asistencia de los niños.